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jueves, 21 de agosto de 2008

¿Un relato o un sueño?

Los sueños son una suerte de campos de pruebas donde desplegamos nuestros miedos, nuestros deseos y nuestras inquietudes; un lugar y un tiempo donde no rige la lógica estricta de la consciencia, sino la lógica difusa de la inconsciencia y donde el cerebro ordena y reordena recuerdos, sentimientos y sensaciones intentando superar los atascos mentales que nos produjo la vigilia.

Tal vez por eso, anoche soñé con mi amiga Ute...el sueño transcurría en una ciudad imposible, mitad Córdoba, mitad Peñaflor...el ambiente era intimidatorio: callejas oscuras y laberínticas, teterías fantasmagóricas, arcos de herradura...y en ese espacio me encontraba casualmente con ella, que ahora se dedicaba a actuar...el escenario estaba hecho de piezas recicladas, algunas oxidadas, en una suerte de mecano imposible...vestía de forma informal con cadenas, aretes, trozos de ropa de diferentes colores...parecida a alguna imagen en byn de Madonna que vi en un blog. Recuerdo que casi todo el sueño transcurría en la noche, una noche iluminada por unas luces mortecinas y anaranjadas.

Hablábamos y nos preguntamos por nuestras vidas; yo me sentía extraño sin saber qué pensar e intentando comprender por qué no te dedicas a lo tuyo en vez de estar en el mundo de la farándula..., aún sabiendo que no te era ajeno, que una vez hiciste malabares. Pasa el tiempo y el sueño se remansa...se nos une el "mensajero de Dios", cortante, hiriente e inteligente como siempre...Estaba clareando y ahora andábamos por Peñaflor desde la estación hacia mi calle...hablábamos del otro ángel, del caído...entramos en una panadería a sabiendas que os gustaría probar alguna chuchería casera, aunque yo sabía que ni eran autóctonas, ni eran caseras...y de repente abro los ojos. Miro el reloj y faltan sólo minutos para que suene.


Te pido disculpas por lo que una vez te dije: "no somos verdaderos amigos"...sí lo éramos, pero yo sabía que había cosas tuyas que quedarían siempre fuera de mi alcance y, peor aún, fuera del alcance de todos los demás del "círculo de Córdoba"...yo te acepté así, pero ese día mi ego te jugó una mala pasada...

¿Te acuerdas, Ute, del día que fuimos a ver "Henry y June, El diario íntimo de Anaïs Nin"?...a tí te dio por reírte en el cine, ¿era el Lucano o el Gondomar?, sobre todo durante las escenas más subidas de tono...nos llamaron varias veces la atención...después por los aledaños de la Mezquita, las calles de adoquines, mojados por la lluvia que arreciaba...me quitaste el paraguas y echaste a correr...una señora y humeda putada.


Te recuerdo con la eterna jarrita de té en la mano, estudiando en una lengua que aún no dominabas, quemando horas y flexo...a veces me decías que yo olía a pan y otras que te cepillara el pelo.

En una ocasión me llevaste a ver el escaparate de una tienda de accesorios para niños y me confesaste que querías tener un bebé, pero pasado determinado tiempo...me impresionó cómo tenías planeados los próximos años de tu vida...eras más madura que todos nosotros. ¿Y la vez que nos atacó una hembra de doberman? paseábamos por las inmediaciones de la plaza de toros y en la explanada habían instalado un circo...era de noche y de repente una flecha negra, poderosa y amenazante, se lanzó hacia nosotros...después nos enteramos que el perro sólo defendía a sus crías recién paridas...pero en aquel momento yo vi pasar mi vida en imágenes ante mis ojos...no había cómo huir y yo te dije que corrieras y escaparas mientras se entretenía en matarme...también intentaba pensar qué parte de mi cuerpo era mejor ofrecer como cebo...todo acabó cuando te situaste delante mío, protegiéndome con tu cuerpo y paraste a la bestia en seco con un par de gritos y ademanes...me sentí salvado y ridículo.

Hace tiempo puse tu nombre en Google y aparecía en una página de la que entendí poco, pues estaba en alemán...hacía referencia a tu especialidad clínica. Pero esta mañana en cuanto abrí los ojos supe que debía hacerlo de nuevo...y conseguí un teléfono y un mail...no puede ser casual. No me importan tus razones del pasado, aunque sabes que soy curioso...quiero volver a saber de ti. Puede que ya no me recuerdes o que mi recuerdo te sea indiferente...pronto lo sabré porque en estos momentos te estoy telefoneando...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto parece una historia de amor, amor de telenovelas que se trata de dos seres que se aman pero algo o alguien les impidió estar juntos. Muchacho búscala que la encontrarás. Me pasó algo igual igual la busqué cielo y tierra y al final la historia terminó. "la bella dama" amaba a otro.

Miski dijo...

No, te equivocas, era una historia de amistad...
Un saludo.