La impresionante secuencia fotográfica de abajo muestra como uno de los participantes en la competición de Halterofilia de los Juegos Olímpicos de Beijing se lesiona al tratar de alzar las pesas; el codo, o mejor dicho, los músculos del deportista húngaro no aguantan los 145 kilos de las pesas y la articulación se disloca, quedando el brazo flexionado hacia el lado contrario del natural, lo que origina una posición del brazo propia de "el exorcista". Además de lo doloroso de la lesión del codo, y para mayor contrariedad, al escapársele la barra le golpea la espalda descargando todo el peso sobre la zona dorsal.
Es curioso cómo reacciona nuestro cerebro ante una visión de una anatomía que no encaja con lo esperado por nuestros esquemas mentales...cierras los ojos creyendo que al abrirlos todo estará en su sitio y al comprobar que no es así, intentas inútilmente convencerte de que estás equivocado, que no has visto bien, y todo esto al mismo tiempo que intentas controlar tu reacción que bascula entre el mareo, el asombro, la curiosidad y el repelús; lo sé bien porque presencié una lesión similar en el centro de secundaria donde estudié: un chico de mi clase, natural de Fuente Palmera, se calló saltando a la piola y el brazo se le flexionó para atrás quedando después inerte.
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