Colin el ballenato y China la perra, dos historias contrapuestas.

Leo, entristecido, el trágico final de "Colin", el ballenato hembra perdido o abandonado, no se sabe bien, por su madre...me pregunto por qué parece que no se haya tenido en cuenta la posibilidad de que su madre fuese "atropellada" por algún barco o muriese víctima de las contaminaciones varias de los océanos; puede que sea cosa de los periodistas, para hacer más vendible y humana esta historia. La cría apareció desfallecida de hambre y con pequeños cortes y heridas en la bahía de Sidney y se pegó al costado de un yate, dizque para mamar porque confundió el yate con su madre...aunque el ballenato tenía sólo varias semanas de vida me parece inverosímil este extremo pues ya nacen capaces de nadar, de seguir a su madre y con sus sentidos desarrollados; y el tacto, el sonido y el olor de un yate no son los de una ballena. En cambio, para los animales que viven en la superficie del agua o cerca de ella, los objetos flotantes hacen las veces de refugio y muchos animales se acercan para ocultarse en su sombra o para tener un punto de referencia que transmite seguridad; probablemente por esto se acercó el ballenato.

La noticia se difundió dado el potencial, para los medios, de una historia del tipo "Salvad a Willy"...hasta la Marina australiana se ofreció para ayudar pero fueron pasando los días y a nadie se le ocurrió ninguna solución válida; porque gastarse el dinero en cientos de litros de leche diarios no ha parecido una buena solución...sobre todo para alimentar a una ballena que no va a poder exhibirse en ningún espectáculo acuático, de lo contrario ya se estarían dando tortas en todos los marineland´s del mundo por tener a la ballena.
El estado de salud de "Colin" se ha ido deteriorando con el paso del tiempo conforme se iba deshidratando por no ingerir alimento. Hasta recibió la visita de un "susurrador de ballenas", un aborigen australiano que por lo visto sabe comunicarse y empatizar con estos animales y que determinó que el animal sólo tenía hambre; fue el que la encontró después de que se perdiera durante la noche y la atrajo hacia sí emitiendo sonidos, hablándole (imagen de abajo).

Pero las autoridades decidieron sacrificar al animal para aliviar su sufrimiento y veterinarios del Servicio Nacional de Parques y Vida Salvaje de Australia le administraron una inyección letal aunque, según parece, cuando la sacaron del agua el pequeño cetáceo aún estaba vivo...la orden judicial para impedirlo, solicitada por los conservacionistas, llegó cinco minutos tarde.

En el otro lado del mundo, en la Argentina, ocurre otra historia que también tiene a un animal hembra como protagonista: se trata de la perra "China". Una mujer joven tiene a su hijo entre unas matas y, amparada por la oscuridad, lo abandona, quizás pensando que algún peón lo ha de encontrar; pero el bebé está desnudo y las temperaturas son bajas e incluso hay llovizna.

"China", una perra cruce de pastor alemán, se encuentra al bebé de 4 kilos y se lo lleva, mitad a rastras, mitad colgando, en su boca lobuna...es mucho peso pero consigue llevarlo a su guarida y ponerlo junto a sus demás cachorros, sano y salvo...allí el bebé recibe su calor y el sus los perritos pero el recién nacido, con el cordón aún colgándole no para de llorar. Que no tengan cuidado porque unos instintos poderosos lo protegen; la perra no para de ladrar hasta conseguir que su dueño se asome al pequeño cobijo del animal y vea al niño que rápidamente es ingresado en un hospital con principio de hipotermia...el bebé está bien y sólo tiene algunos rasguños sin importancia...menos mal que a "China" no se le ocurrió eutanasiarlo.

Los humanos, a veces somos más "animales" de lo esperado pero también a veces somos menos animales de lo deseado.