BIENVENIDOS A MI NUEVO BLOG

miércoles, 15 de octubre de 2008

Cómo fabricar una nevera en un momento.

El fin de semana pasado comprobé que el congelador del frigorífico estaba ya produciendo lenguas glaciares, señal inequívoca de la llegada del momento de la descongelación y limpieza; seguro que muchas veces os habréis enfrentado a esta tarea...pero si sólo tienes un congelador, como es mi caso, ¿qué haces con los productos congelados para que no se rompa la cadena del frío y pierdan cualidades o se estropeen?

A veces llevo las cosas al tanque congelador de mi tía, la de la Luna y en esas estaba cuando ví algunas mantas puestas en la zona "¡¡ESTO TENÍA QUE ESTAR LAVADO YA!!" a la espera de mis artes lavadorísticas y se me ocurrió fabricar una nevera temporal para mantener los congelados mientras que descongelaba y limpiaba el congelador. El esquema del"invento" sería el siguiente:

En el suelo puse la manta más mullida doblada en cuatro y sobre ésta puse los congelados dispuestos de la forma más compacta posible; los que tengáis carne o pescado congelado situadlos en medio del montículo pues son los alimentos más propensos a estropearse y padecer proliferación de microorganismos no deseados. Una vez amontonados todos los congelados los tapamos a modo de iglú con las otras mantas, yo usé dos porque eran más finitas, y remetemos los bordes o hacemos dobleces de manera que lo de dentro quede lo más aislado posible. Ahí van unas fotos del artefacto:




De esta forma pude limpiar tranquilamente el congelador sin usar agua caliente, ni nada parecido, para acelerar el proceso de descongelación, porque usando esta nevera "artesanal" los congelados pueden estar perfectamente 3 ó 4 horas sin que se produzcan daños ni se descongelen y más ahora que empiezan a bajar las temperaturas.

Para las personas que se esté preguntando cómo pueden usarse mantas "que dan calor" para conservar el frío he aquí la explicación: cuando usamos una manta, la manta no nos calienta, puesto que ésta tiene la misma temperatura del ambiente que la rodea, sino que en realidad lo que hace es conservar nuestro calor impidiendo que escape al entorno más frío, evitando así que nos enfriemos; esta función ni siquiera la realiza el tejido de la propia manta sino el aire que queda atrapado entre el tejidos y los pelitos que es el que tiene el verdadero poder aislante pues el aire posee un coeficiente de conductibilidad bajo, es decir, que transporta o transmite mal la energía térmica.
En nuestro caso, la capa de aire atrapado en las mantas impide que el calor ambiental penetre al interior del cubículo de forma rápida, haciendo que el interior mantenga una temperatura bajo cero durante varias horas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

... eso no es un congelador...

¡Eso es una serpiente que se ha comido un elefante!