El mito de la media naranja: escogemos a la pareja que de algún modo teníamos predestinada, lo cual garantiza realizar la mejor elección posible.
El mito de la exclusividad: el amor romántico-pasional sólo puede sentirse por una persona al mismo tiempo.
El mito de la convivencia o del matrimonio: el amor romántico debe conducir a una unión estable de la pareja.
El mito de la omnipotencia: “el amor lo puede todo”, la unión amorosa otorga una fuerza especial que permite superar todos los obstáculos imaginables.
El mito de la pasión eterna:
El mito de la fidelidad: todos los deseos pasionales (románticos y eróticos) deben satisfacerse con una única persona.
El mito del libre albedrío: nuestros sentimientos amorosos son tan íntimos que no están influidos de forma decisiva por factores sociales, culturales o biológicos ajenos a nuestra voluntad y a nuestra consciencia.
El mito de la equivalencia: los conceptos de amor y enamoramiento son equivalentes, de modo que si un@ deja de estar apasionadamente prendad@ de su pareja es que ya no la ama.
El mito del emparejamiento:
estar en pareja es algo natural y universal, por lo que en todas las épocas y culturas el ser humano ha tendido a vivir en uniones de dos personas.El mito de los celos: los celos son un indicador de amor “verdadero”.
(Carlos Yela García, "El amor desde la psicología social", visto AQUÍ)
Mitos del Amor Romántico:
Mito 1: Si no siento celos en mi relación de pareja, es que no amo de verdad a esa persona. Y lo contrario, sentir celos es prueba irrefutable de que estoy enamorad@ de esa persona.
La realidad es que los celos sólo indican percepción de amenaza, percibes que puedes perder o tener que compartir con otra persona a un referente emocional que está contigo en este momento. El amor no tiene nada que ver con esto, una relación en la que los miembros de la pareja se sienten seguros el uno del otro no tiene porque dejar espacio a los celos.
Es más, no es extraño sentir celos cuando un buen amig@, o una expareja, inicia una relación con otra persona, pero esto no significa que se esté enamorad@ de él/ella.
Mito 2: Si me quieres sabrás lo que me pasa cuando estoy enfadad@ sin tener que preguntármelo.
Entre las muchas cualidades del amor se le presume la capacidad de dotarnos de una especie de “poder telepático” gracias al cual podemos adivinar que está pensando nuestra pareja. Obviamente esto es sólo un mito capaz eso si, de generar muchos problemas, por una parte la frustración de la persona enfadada al comprobar que su enamorad@ no pude adivinar lo que le sucede, por el otro al no comunicar el motivo del enfado difícilmente se logra encontrar una estrategia adecuada para resolverlo.
Mito 3: Si nuestro amor es verdadero, el sexo entre nosotros será siempre maravilloso. Yo seré el/la mejor amante que jamás hayas tenido.
Según esta idea, cuando llega el amor, trae consigo un avanzado manual sobre las mejores y más placenteras técnicas sexuales y no sólo eso, sino que además dota a la persona de la experiencia adecuada para ser un/a auténtic@ expert@ en las artes amatorias. Por supuesto a esto se le suma las capacidades telepáticas de las que hablábamos antes, ya que de manera espontánea has de saber lo que le gusta y disgusta a tu pareja, preguntarle estropea la relación sexual.
Mito 4: El amor todo lo puede, si nos queremos de verdad nada puede salir mal. Como dice San Pablo, “…el amor tiene esperanza en todo, lo resiste todo…”.
Atendiendo a este imperativo concluimos que el amor es suficiente para que una relación funcione, la comunicación, el respeto y la confianza son simples elementos decorativos. La realidad avalada por diferentes estudios, dictamina justo lo contrario es decir, que las parejas que más tiempo permanecen unidas y mejor se llevan son aquellas en las que el diálogo y la capacidad de resolver conflictos juntos se encuentran en la base de la relación.
Cuidado, ideas como “…el amor lo resiste todo...” o “el amor todo lo cura”, pueden alargar la agonía de personas que sufren una intolerable falta de respeto o incluso violencia por la falsa esperanza de que el amor hará cambiar a la pareja. La realidad nos ha demostrado que “hay amores que matan”.
Mito 5: Si estás enamorad@, no puede gustarte ni sentirte atraído por otras personas. Si te sucede es que no quieres de verdad a tu pareja.
La realidad sin embargo es que el amor no atrofia la capacidad de sentirte atraíd@ por otras personas, la fidelidad es un constructo social, un compromiso con la pareja que generalmente se acepta dentro de las reglas implícitas de la relación. Es natural por tanto sentirse atraído por otras personas y esto no significa que se ame menos a la pareja, es más, entra dentro de lo común el hecho de fantasear y/o soñar con otras personas sin que tengan que considerarse como actos de infidelidad.
Teniendo esto en cuenta, para muchas personas la fidelidad suele considerarse como una prueba más de amor ya que a pesar de que te gusten otras personas mantienes el acuerdo de exclusividad alcanzado en la relación.
(Visto AQUÍ)
Mito 1: Si no siento celos en mi relación de pareja, es que no amo de verdad a esa persona. Y lo contrario, sentir celos es prueba irrefutable de que estoy enamorad@ de esa persona.
La realidad es que los celos sólo indican percepción de amenaza, percibes que puedes perder o tener que compartir con otra persona a un referente emocional que está contigo en este momento. El amor no tiene nada que ver con esto, una relación en la que los miembros de la pareja se sienten seguros el uno del otro no tiene porque dejar espacio a los celos.
Es más, no es extraño sentir celos cuando un buen amig@, o una expareja, inicia una relación con otra persona, pero esto no significa que se esté enamorad@ de él/ella.
Mito 2: Si me quieres sabrás lo que me pasa cuando estoy enfadad@ sin tener que preguntármelo.
Entre las muchas cualidades del amor se le presume la capacidad de dotarnos de una especie de “poder telepático” gracias al cual podemos adivinar que está pensando nuestra pareja. Obviamente esto es sólo un mito capaz eso si, de generar muchos problemas, por una parte la frustración de la persona enfadada al comprobar que su enamorad@ no pude adivinar lo que le sucede, por el otro al no comunicar el motivo del enfado difícilmente se logra encontrar una estrategia adecuada para resolverlo.
Mito 3: Si nuestro amor es verdadero, el sexo entre nosotros será siempre maravilloso. Yo seré el/la mejor amante que jamás hayas tenido.
Según esta idea, cuando llega el amor, trae consigo un avanzado manual sobre las mejores y más placenteras técnicas sexuales y no sólo eso, sino que además dota a la persona de la experiencia adecuada para ser un/a auténtic@ expert@ en las artes amatorias. Por supuesto a esto se le suma las capacidades telepáticas de las que hablábamos antes, ya que de manera espontánea has de saber lo que le gusta y disgusta a tu pareja, preguntarle estropea la relación sexual.
Mito 4: El amor todo lo puede, si nos queremos de verdad nada puede salir mal. Como dice San Pablo, “…el amor tiene esperanza en todo, lo resiste todo…”.
Atendiendo a este imperativo concluimos que el amor es suficiente para que una relación funcione, la comunicación, el respeto y la confianza son simples elementos decorativos. La realidad avalada por diferentes estudios, dictamina justo lo contrario es decir, que las parejas que más tiempo permanecen unidas y mejor se llevan son aquellas en las que el diálogo y la capacidad de resolver conflictos juntos se encuentran en la base de la relación.
Cuidado, ideas como “…el amor lo resiste todo...” o “el amor todo lo cura”, pueden alargar la agonía de personas que sufren una intolerable falta de respeto o incluso violencia por la falsa esperanza de que el amor hará cambiar a la pareja. La realidad nos ha demostrado que “hay amores que matan”.
Mito 5: Si estás enamorad@, no puede gustarte ni sentirte atraído por otras personas. Si te sucede es que no quieres de verdad a tu pareja.
La realidad sin embargo es que el amor no atrofia la capacidad de sentirte atraíd@ por otras personas, la fidelidad es un constructo social, un compromiso con la pareja que generalmente se acepta dentro de las reglas implícitas de la relación. Es natural por tanto sentirse atraído por otras personas y esto no significa que se ame menos a la pareja, es más, entra dentro de lo común el hecho de fantasear y/o soñar con otras personas sin que tengan que considerarse como actos de infidelidad.
Teniendo esto en cuenta, para muchas personas la fidelidad suele considerarse como una prueba más de amor ya que a pesar de que te gusten otras personas mantienes el acuerdo de exclusividad alcanzado en la relación.
(Visto AQUÍ)
4 comentarios:
Me parece muy interesante. Hasta me dan ganas de pegarlo en mi blog, pero no, no lo voy hacer.
Otro mito tambien sería: que enamorarse es igual que amar a una persona. Aunque creo que ese ya lo publicaste. OK, me despido. CIAO.
muy interesante.ayuda mucho a saber vivir con tu pareja y conocerla mejor.desde sanjo,recuerditos
El que yo había pensado desde siempre era el del amor entre dos personas. ¿Por qué nunca hay parejas de 3 personas? Y quien dice 3, puede decir otro número. ¿Quien dicta lo de 2 personas?
Muy interesante, de nuevo. Recuerdos de Jane.
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