El gorila que sabía bailar.

Hace días vi en Ciencia en el siglo XXI el vídeo de un oso que en sus ratos de ocio se cree una majorette (ver AQUÍ) y casualmente me he encontrado en el correo un vídeo de un gorila (gorilla gorilla) que se cree Fred Astaire; resulta que cuando lo refrescan con una mangera y el suelo se moja, el homínido aprovecha la película de agua de la superficie del suelo para deslizarse y bailar, realizando piruetas más propias del patinaje sobre hielo.

Lo curioso es que este primate parece haber descubierto la utilidad para su baile de un principio físico, la Ley de Conservación del Momento Angular, que también aprovechan los patinadores y bailarines humanos. El momento angular depende de la masa del cuerpo, del radio de giro y de la velocidad de giro; cuando se gira sobre el eje del cuerpo, en ausencia de otras fuerzas, el momento angular se conserva. En el caso del gorila del vídeo, o de los patinadores sobre hielo, las fuerzas de rozamiento con la superficie y el aire son casi despreciables, de manera que el reducir el radio (encogiendo los brazos) trae como consecuencia un aumento proporcional de la velocidad de giro para mantener constante el momento angular. Resultado: este animal es un verdadero artista.

(Gracias a Grabielo por el vídeo).